escúchalo a uno punto cinco (1,5) acelerado
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Al terminar mi carrera de Económicas, enfrenté el desafío común de todo recién graduado: encontrar un trabajo donde pudiera desarrollarme y aportar valor.
Fue entonces cuando mi padre, con su sabiduría acumulada, me brindó un consejo que marcaría un antes y un después en mi trayectoria profesional: “Hazte una lista de las empresas en las que mas te gustaría trabajar y escribe una carta al presidente y adjunta tu CV”.
Esta estrategia, aunque me generó cierto reparo inicialmente, estaba respaldada por la propia experiencia de mi padre, quien a lo largo de su carrera había enviado cartas de agradecimiento y felicitación a figuras destacadas del ámbito empresarial y político, e incluso a la Casa Real.
Inspirado por su ejemplo, decidí seguir su consejo y me hice una lista de empresas, centrando mi interés en el sector financiero, particularmente en el Banco Popular, conocido por su buena gestión, solidez y valores.
Redacté una carta meticulosa bajo la supervisión de mi padre y la envié a Don Luis Valls-Taberner, presidente del Banco Popular y renombrado financiero. Paralelamente, envié otras cartas a distintas empresas.
La respuesta no se hizo esperar: el primer fruto de esta siembra llegó de un gran grupo industrial donde comencé a trabajar en su división financiera, una experiencia enriquecedora que me permitió crecer profesionalmente.
Sin embargo, la sorpresa llegó meses después, cuando desde Recursos Humanos del Banco Popular me contactaron para una entrevista.
El proceso fue cordial y la entrevista fluyó con naturalidad, hasta que surgió la inevitable pregunta:
“¿De qué conoce usted al Presidente?” Mi respuesta fue simple y honesta: “No le conozco personalmente”. Aquella respuesta pareció liberar de carga al entrevistador, quien me pareció que respiró mas profundamente.
Aunque inicialmente no tuve noticias del banco, seis meses más tarde, recibí una llamada que cambiaría el rumbo de mi carrera. Me invitaban a realizar una serie de pruebas para entrar en el banco, algo que había manifestado como mi preferencia en la primera entrevista.
Tras superar todas las evaluaciones y pruebas médicas, finalmente, fui aceptado. Aunque el camino sugerido implicaba empezar desde posiciones más básicas y ascender internamente, acepté el reto con entusiasmo.
Este nuevo capítulo en mi vida profesional comenzó gracias a esa carta que escribí siguiendo el consejo de mi padre, una estrategia que continúo recomendando fervientemente a las nuevas generaciones.
Este episodio de mi vida no solo demuestra la importancia de tomar iniciativas audaces sino también subraya el valor de escuchar los consejos de aquellos que han recorrido caminos antes que nosotros.
En un mundo donde las conexiones y las formas de interacción evolucionan, a veces, las técnicas tradicionales como una carta sincera pueden abrir puertas que parecen cerradas.
Mi carta al presidente no solo fue un puente hacia oportunidades laborales sino también una lección de vida sobre la importancia de la iniciativa y el respeto en el ámbito profesional.
MGC
En las comidas mensuales contaremos con invitados como un empresario e inversor en serie muy querido y admirado que ha montado 4 empresas y vendido 3 de ellas, y ha invertido en casi un centenar de startups. En el enlace puedes ver más detalle y apuntarte.
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